Ir a Alemania siempre significa descubrir nuevos paisajes, nuevos lugares con muchas historias y nuevas formas de ver el mundo y la vida. En mi historia personal he tenido la oportunidad de viajar allí, con diferentes becas, para realizar varios estudios complementarios a mi formación profesional.
Para mí, estudiar en Alemania siempre es una experiencia llena de descubrimientos, no solo académicos, sino también personales y culturales. Y este año recibí una beca para realizar un curso de verano en la Universidad de Vechta, que se llamaba Mehrsprachigkeit verstehen-mehr als Sprachverstehen. Theorie und Praxis multilingualer Mentalitäten (Entender el multilingüismo: más que la comprensión de las lenguas. Teoría y práctica de las mentalidades multilingües).
En esta ocasión, tuve la oportunidad de conocer a personas de diferentes países como Alemania, Polonia, Austria, República Checa, Kosovo, Togo, entre otros, que son profesores de alemán en sus países o que se interesan por el estudio de la didáctica de las lenguas y por cómo funciona el multilingüismo en sus países y en otros países del mundo.
Para mí, esta es una de las cosas más bonitas que puede brindar Alemania y es su interculturalidad, gracias al idioma alemán, allá uno puede establecer relaciones con personas de muchos países diferentes y conocer un poquito sobre ellos y sus países, porque no se comparte solamente en la universidad sino también es espacios de socialización externos como en la residencia en la que nos quedamos, en excursiones programadas por la universidad y en noches de compartir en parques, restaurantes o diferentes eventos de la ciudad.
Además de haber encontrado a compañeros que se volvieron amigos durante ese tiempo, algo que no quisiera dejar pasar, es la experiencia en la universidad, donde desde el primer día administrativos y profesores nos recibieron de una manera muy linda, poniendo a nuestra disposición todo su conocimiento y haciendo de la escuela de verano una experiencia inolvidable para todos.
En esta ocasión, por ejemplo, además de estar en Vechta, estuve en Frankfurt, en Bremen y en Hamburg, disfruté del sol y la energía del inicio del verano, probé platos nuevos, conocí personas en cada lugar y aprendí mucho sobre el norte del país.